Tan importante como tener claro un proyecto, es entender el poder del foco, aquel que nos permite concentrar todos nuestros esfuerzos en la acción para construir negocios exitosos. Para poder usar el poder del uno, necesitamos poner nuestra mente en un solo objetivo. En este articulo encontrarás las claves para lograrlo:
Índice
- La distraccion es enemiga del enfoque
- Capacidad de enfoque para triunfar
- Tu cerebro es el culpable
- Mantenerse enfocado
- El poder del foco es la solución
- Elegir el camino correcto
Justo ahora estoy inmerso en la lectura, estudio y aprendizaje de la autobiografía del fundador de Nike, Phil Knight, y una frase, donde hablaba de los inicios de la marca en 1964, me ha impactado: “El hombre que mueve una montaña, empieza por llevarse piedras pequeñas” …Eso sí, siempre que sepas mirar el tiempo suficiente a la montaña adecuada.
Dispersarse y mirar para otro lado es muy fácil, por eso, el reto está en tomar acción en los puntos clave del negocio el tiempo suficiente para que se materialicen los resultados que tu empresa necesita. Eso genera estrés y nadie quiere vivir con estrés, aunque lo busquemos cuando no entendemos el poder del foco.
La distracción es enemiga del enfoque
Existen multitud de distracciones y el emprendedor medio, al tener una mente creativa, corre el riesgo de dispersarse más de lo que puede permitirse y ahí está su talón de Aquiles. Pasa lo mismo con los profesionales independientes y, aunque no lo creas, hay empresas enteras que están más pendientes de sus conflictos internos y de su operación diaria que de saber realmente a donde se dirigen.
La verdad, es que puedes tener la estrategia más eficaz del mundo, creada por el mismísimo Pablo Isla, CEO de Inditex, pero si tu capacidad de enfoque es reducida y te dispersas más que un niño de cinco años en un parque, no tendrá más valor que cualquier plan de acción que un amigo tuyo te aconseje en un audio de WhatsApp. El conocimiento y la experiencia solo son valiosos si ponen en práctica. Es como el dinero, solo cuando se usa tiene un valor real, mientras tanto es energía bloqueada.
La condición humana, basada en su naturaleza emocional, tiene una tendencia innata a la dispersión que impide su propia evolución y crecimiento. Aunque el conocimiento esté al alcance de la mano de todos, porque con un solo clic se tiene acceso a cientos de miles de libros y vídeos en YouTube y otras plataformas, la verdad es que pocos se interesan por adquirirlo para lograr sus metas.
Capacidad de enfoque para triunfar
La mayoría de dueños de los negocios, emprendedores y autónomos tienen muy desarrollada la premisa del aquí y ahora, actuando espontáneamente, sin planeación y con muy poca capacidad de enfoque. Les hace falta visión, estrategia y capacidad de ejecución. Necesitan saber distinguir entre la recompensa inmediata y la verdadera construcción de su modelo de negocio.
Por eso, te invito a hacer la siguiente reflexión ¿De que vale tener la mejor estrategia del mundo sino eres capaz de mantenerte enfocado en cumplirla durante el tiempo que estableciste para lograrlo? Puedo atreverme a decir que, de los casi dos millones de autónomos que existen en España, a más del 90% solo les importa saber “cómo” lograr algo.
Todos quieren la fórmula mágica y se concentran en crear un plan de acción, pero, dejan a un lado el esfuerzo de desarrollar las habilidades maestras, en este caso, la habilidad de concentrarse eficazmente en llevarlo a cabo. Así que, si quieres una respuesta verdadera a porqué no tienes más y mejores clientes en este momento, revisa si estás cumpliendo con esta fórmula:
Elevada Capacidad de Enfoque = Resultados Elevados
Limitada Capacidad de Enfoque = Resultados Pobres
Tu cerebro es el culpable
No pretendemos que te sientas responsable por no enfocarte correctamente durante el tiempo necesario. Échale la culpa a tu cerebro. Es normal que te disperses más de la cuenta. ¿Por qué? Resulta que tu cerebro tiene una capacidad ilimitada de recibir y almacenar información, y esta puede ser de al menos 400 mil millones de bits de por segundo.
Tu parte más racional selecciona la información relevante, unos 2000 millones de bits/segundo y tu parte subconsciente es la que registra todo lo demás. El nivel de información externa que recibimos es caótico y abrumador, provocado por la necesidad de tu cerebro de lograr gratificación instantánea y de satisfacer determinadas necesidades químicas. Esto hace que sea una auténtica misión imposible programar a tu cerebro para que solo se enfoque en lo que tiene que hacer para que tu negocio funcione.
Sería una tarea titánica decir que no a todas las distracciones placenteras y fáciles que van llegando a tu mente, desde que te levantas hasta que te acuestas. Sabes que eso te aleja del objetivo de tu negocio. Tener el foco de un robot, es prácticamente imposible, por la naturaleza emocional y humana que tenemos.
Además, en los negocios, existe una brecha enorme entre el momento de gratificación o recompensa que se genera en tu relación con los clientes y la que tú necesitas a corto plazo. ¿Es posible tomar una acción comercial ahora mismo y recibir el ingreso por la venta en el mismo instante? La recompensa que buscamos en negocios tarda en llegar, por eso perdemos el foco.
Si vendes un servicio, donde necesitas generar un nivel determinado de credibilidad, esa gratificación inmediata es casi imposible. En cambio, si vendes un producto, casi en todos los casos, la respuesta es NO. Excepto en negocios de alta gratificación instantánea como todo lo relacionado con “juego” “sexo” “comida” “ofertas” donde prácticamente la publicidad directa genera un cliente inmediato.
Existe un proceso denominado ciclo de venta, en el que se tarda un tiempo concreto en monetizar la venta del producto. Sin contar con el cliente fidelizado, que ya te conoce, casi siempre pasa un tiempo en que se promociona algo y el cliente termina comprando.
Es decir, el dinero de tus clientes tarda un tiempo en llegar a tu cuenta bancaria. Y es esa brecha la que nos machaca. Esto hace que en la mayoría de negocios, el momento de recompensa por el cliente logrado y el cobro de los productos que te ha comprado se dilata en el tiempo desde que sales a la calle a “vender”
Mantenerse enfocado
La razón número 1 por la que nos desenfocamos y estamos, como a veces digo en las mentorias de negocios, “a uvas”, es porque existe ese desajuste entre tu necesidad de conseguir placer a corto plazo y el momento en el que tu negocio lo consigue.
Ese desfase genera mucha incertidumbre, porque es la semilla de la dispersión. La incertidumbre genera un cierto nivel de ansiedad que provoca la búsqueda inconsciente de la recompensa inmediata, esa que nos hace sentirnos bien para seguir adelante, sacrificando la visión a largo plazo.
Por mi experiencia de más de 2.600 horas de mentoring de negocios, realizadas hasta este momento, son muy, muy pocos profesionales que son capaces de mantenerse enfocados durante un periodo prolongado. La mayoría no son capaces de fijar su enfoque en su objetivo más allá de 30 días. Y muy pocos son capaces de mantenerse enfocados de forma independiente durante 90 días.
La capacidad de enfocarse depende de tu habilidad para dirigir a tu cerebro en la dirección adecuada y esto es una tarea muy compleja. Tu cerebro es capaz de todo y, al mismo tiempo, es el responsable de que fracases porque vas cambiando de prioridad según pasan los días y cuando pasan varios meses, te paras a valorar resultados y te das cuenta de que estás más o menos en el mismo punto.
Y es que la actividad de tu cerebro se parece mucho a una montaña rusa, te puedes pegar un buen viaje y pasarlo en grande, pero al final llegas al mismo punto de partida, sin que realmente hayas avanzado hacia ningún lugar. ¿Cómo solucionarlo?
El poder del foco es la solución
Hay que salir del Dragón Kahn (montaña rusa famosa de Port Aventura) y comenzar el ascenso al Everest, donde el medio plazo es la clave para generar un proceso de crecimiento, preparación y organización que es en sí mismo una recompensa emocional.
Eso se consigue con mucho sistema, sistema, sistema, sistema y más sistema. Estos cierran la brecha entre el corto y el largo plazo, y lo mejor de todo, es que cuando un sistema funciona motiva. Consejo: sistematiza todo aquello que es importante en tu negocio.
Los americanos, que de negocios saben un poquito, hablan del “follow the rules” para hablar de la importancia de los sistemas y procesos para tener negocios de éxito. De las 100 empresas más valiosas del mundo, casi el 85% son americanas y eso es porque saben lo que hacen.
Por eso, nuestra misión como profesionales y dueños de nuestro negocio, es tener un sistema claro, definido y escrito de cómo lograr tus objetivos de negocio cada año, manejando los diferentes momentos temporales que detallo a continuación:
FOCOS TEMPORALES
Corto – medio – largo Plazo
A los Socios del Club los preparamos constantemente para que construyan el sistema de negocio que trabaje para ellos y no al revés. Puedes sistematizar todo, y cuando digo todo es que es todo.
Tu cerebro lo agradecerá porque ¿Sabías que tu cerebro detesta pensar y gastar energía? Lo quiere todo fácil, rápido y placentero. Por eso el sector de las franquicias funciona, los emprendedores buscan un modelo de negocio testado y “fácil” de implementar. Solo tengo que invertir y me lo dan todo hecho.
Elegir el camino correcto
Teniendo en cuenta que ser un crack del enfoque en negocios y estar a la altura de los más grandes a nivel mundial te llevara mucho tiempo y esfuerzo, es mucho más fácil y asequible crear un sistema de negocio donde no dependas de los diferentes estados de ánimo por los que pasas cada mes.
¿Y en que niveles hay que poner a trabajar el poder del foco para tomar buenas decisiones y ejecutar con éxito los sistemas creados?
NIVELES DE FOCO
Interno – Externo – Entorno
La capacidad de enfocarse correctamente y con calidad, significa ser capaz de discernir qué es lo importante en cada momento y en cada nivel de actividad.
Ahora bien, tanto los focos temporales como los diferentes niveles mencionados, dependen de manera única del tipo de negocio.
El corto plazo de un negocio pueden ser 30 días, en cambio en otro, por sus circunstancias, puede ser de 7 días o incluso menos. Esto hay que saber gestionarlo bien, porque si no, podemos caer en el error de establecer tantos niveles como focos temporales desajustados, creando conflictos con la realidad de cada negocio.
Las fórmulas mágicas solo existen en las películas y en los trucos de magia. En negocios, la clave es la personalización y adaptación de los diferentes principios y herramientas que funcionan a la realidad 360º de cada negocio.
Y esta es una de las razones principales para unirte a nuestro Club. Tenemos un sistema de éxito que te dará el foco que necesitas para que tu negocio evolucione y consiga los resultados que quieres. Organizamos una Master Mind cada cierto tiempo, tenemos las Consultas de Negocio personalizadas para ayudar a los socios a mantener el foco en lo verdaderamente importante, cuando han perdido el rumbo y tenemos un sistema de eventos que hace fácil lo difícil de cualquier proyecto.
Por eso, te invitamos a que te sumes a la comunidad de negocios y seas socio para beneficiarte de todo lo que el Club aporta a corto, medio y largo plazo. Todo aquello que un empresario, emprendedor y profesional independiente puede necesitar, para llevar su negocio al siguiente nivel, lo encuentra en nuestro Club, que está en constante mejora y evolución.
Además, creamos comunidad, colaborando con más profesionales que quieren lo mismo que tú: “Ver como las cosas en tu negocio funcionan cada vez mejor”.
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